El otro dia me llevé otro berrinche al escuchar o leer, no me acuerdo, que el Sr. Trias, alcalde de Barcelona, opinaba que si los políticos estuvieran mejor pagados la corruptela que existe pasaría a la historia y no se daría con la frecuencia con la que se está dando. Ni tan siquiera, por ser algo optimistas, niega que siguiera existiendo.

Siento enormemente que alguien al que se le supone una talla intelectual, cuando menos, normal, sea capaz de decir semejante barbaridad.

Porque por hacer una simple regla de tres, aquellas familias que son deshauciadas y sobreviven con 400 euros al mes, deben de estar legitimados al robo a mano armada para llevarse un chusco que comer él y su familia, y si no pues que le den un trabajo digno o un subsidio que les permita un mínimo de dignidad.

Es injusto, pero es peor que sea una verdadera salvajada lo que este hombre suelta por la boca, porque todo esto supone un desprecio al ser humano, a los ciudadanos, que no tiene parangón hasta hace 40 años o al propio siglo XIX, cuando el hombre era, por su trabajo, una simple máquina de trabajo reemplazable siempre por otra máquina más sumisa.

Esperará el Sr. Trias sumisión, exclavitud y una vuelta atrás de décadas cuando no de siglos, para desprendernos de cuantos hitos históricos se han ido consiguiendo paso a paso, siglo a siglo.

Hemos votado, o mejor dicho han votado a un lobo con piel de cordero que carece de escrúpulos al decir lo que dice, cuando no es gilipollas por decir, como no podría ser de otra manera, gilipolleces.

Otro más, y mañana más y así hasta que no hagamos algo.