Ya no me siento tan solo desde que he leido en varios sitios que los españoles estámos en un 95% descontentos con los políticos.

Tenía discusiones con mi mujer por la necesidad de votar, aunque fuera al menos malo, antes que no votar, pero lo que verdaderamente hace falta es que existan políticos que sean vecinos de los ciudadanos, que vivan y convivan con ellos y que sean de una honestidad a prueba, si no de bomba, de estallido medio.

Por lo tanto lo reconozco, no debemos de votar al menos malo, que es lo que hacemos casi todos, sino empezar a empujar a que se presenten candidatos buenos y que tengan claro que gobernar implica estar en el sendero de beneficiar a los más desfavorecidos proporcionandoles oportunidades y repartiendo la riqueza de forma que el concepto de país (sea el que sea), tenga sentido porque defiende a un colectivo que comparte desde sentimientos a objetivos.

Fuera las maliciosas frases que nos vienen engañando a nosotros mismos y que además nos decimos nosotros mismos.

Que vengan los partidos X y si no las juntas cívicas que sensibles con el putrefacto mundo que nos rodea nos gobiernen con equidad y pensando en todos y no solo en su futuro.

Recordemos que existen países donde los políticos no viven de eso, si no para eso y que además proponen en referendums aquellas cuestiones que entienden son de crucial trascendencia en la vida de sus ciudadanos, consiguiendo que ellos marquen verdaderamente, en tiempo real y sin dar tiempo a ser engañados, los designios y las leyes que los gobernarán a todos y no los llevarán a ser un país que puede estar dando pasos hacia delante y hacia detrás alternativamente, dando lugar a no moverse del sitio a lo largo de decenios. Lease Suiza como ejemplo de lo que digo.

De todas formas y sin ir más lejos ya existen esas juntas cívicas con éxitos demostrados; quizás sea una alternativa sin investigar que nos debamos de llevar a reflexionar a la cama.

Buenas noches y buenos sueños.