El libro "indignaos" escrito por Hessel, no deja de ser actualidad.

He tenido la suerte de ver un documental en el que se trataba el tema del libro, su filosofía y el interés "desinteresado" de Hessel de dejar un nuevo legado con este mini-libro, en el que da un empujoncito a la gente para que realmente se indigne.

La gente aún creyendo que existen fundamentos sobrados para echar un cable a todo movimiento que siga las indicaciones de "indignaos", no lo sigue, no lo demuestra, no lo justifican.

De nuevo actuamos con inapetencia, sin fuerzas para formar parte de este movimiento que quiere destronar del reinado de todos los cielos, a los especuladores y grupos financieros que quieren aupar aún más sus beneficios, aunque sea a costa de desmontar lo que se ha logrado en varias generaciones a costa de tanta gente y con tantas carencias como las hubo cuando se inició la andadura de conseguir que los políticos defiendan unos ideales y no que sean unas marionetas, y aún a costa de ese segmento de la sociedad que somos la inmensa mayoría.

Indignaos, que no digo nada nuevo, viene de indignación, es una de esas emociones del grupo de la ira, pero que al contrario que la mayoría de las emociones de este grupo, tiene una base, no de venganza, no de hacer daño, sino, de remendar un descosido, de conseguir dignificar -siempre lo justo, lo humano-, esto le convierte a la indignación en algo bueno, en algo sano que busca solucionar un problema. El problema es que nos están hundiendo y que se está fundamentando una injusticia de gran calado que nos hace retroceder unos siglos, donde el ser humano estaba sometido al rey, o al noble de turno, hasta el punto en que incluso al derecho a pernada estaba legimitado incluso con todo el dolor, naturalmente, de aquellos que lo sufrían. Para que aquello dejara de pasar alguien, o mejor dicho algunos se indignarían; algunos se indignarían también ¿digo yo? cuando se igualó el derecho de la mujer al hombre, cuando los niños dejaron en Europa de ser mano de obra barata y solo eso, mano de obra barata.

Llevamos toda la historia del mundo con indignaciones, y ahora que somos más y que tenemos herramientas sutiles para lograr los objetivos que nos propongamos, nos quedamos paralizados creyendo que ya nada merece la pena, que cualquier esfuerzo es infructuoso. Espero remover conciencias, esta es la aportación, espero poder, aunque sea a uno, aunque mejor a miles, que se identifiquen con lo que "indignaos" y otros libros, autores, panfletos, dicen continuamente y desde hace muchos años.