Quien me lo iba a decir, a esta edad y recordando que len a última conversación que tuve con un representante de la iglesia, no me quedó más remedio que llamarle inquisidor, no se si con toda la razón o no, y ahora me encuentro con las declaraciones de un pez gordo de la iglesia, ni más ni menos que el Arzobispo de Canterbury (cabeza de la iglesia Anglicana), con el que comulgo en lo que ha dicho y además públicamente, porque no dudo que en petit comité, los comentarios de este gremio tienen que tener algún punto de acidez.

A lo que iba, dice más o menos este señor que durante la campaña electoral protagonizada por David Cameron, se comprometió, en el caso de que ganara, a no recortar el gasto público y social que podía comprometer seriamente a los ciudadanos con menos posibles. Bien, pues dicho y hecho, en cuanto tiene el poder hace justamente lo contrario, el recorte en el ámbito público y social es de tal envergadura que ni los más viejos del lugar recordaban algo semejante.

Dice además este Arzobispo que existe una obligación democrática y moral en las promesas de los políticos, que debe de acercar a aquellos que hacen la política y a aquellos que son recibidores de los efectos de las políticas que se aplican.

De nuevo se ve, y en Cataluña con el señor Mas, que solo importa conseguir el poder político, puesto que esto les permite contratar un seguro de vida para cuando dejen de ser personajes políticos, engrosar en las filas de cualquier empresa privada con poderío que le pagará sobradamente cualquier favor recibido.

El alejamiento es evidente también teniendo en cuenta que, por ejemplo en Cataluña, la suma de votos adscritos a la denominada izquierda, eran superiores a los de la derecha; pero con la suerte que los de la derecha estaban aglutinados en unas siglas y los de las izquierdas estaban dispersos en multitud de partidos que no son capaces de hacer frente común.

También hay otro dato digno de tener en cuenta, y es que la mayoría de la abstención, y este dato viene de estudios sociológicos de solvencia, provienen de personas con ideología o querencia de izquierdas.

Bien, de todo eso se benefician los gobernantes actuales, haciendo lo que les da la gana aunque esto suponga hacer lo contrario de lo que prometían.

La distancia entre el grueso de la población y los políticos se agranda, mientras parece una misma cosa los intereses de las grandes corporaciones financieras y el ideario político de los partidos. 

Queda mucho por hacer para que no nos entierren definitivamente.

Para acabar en TV3 se dió gran alcance a la reunión mantenida por el circulo de economía (algunos de los presentes y de los tertulianos implicados en grandes fraudes fiscales), en el que se apoyaba sin fisuras a los recortes establecidos para salvar esta crisis. Sin embargo una de las manifestaciones más multitudinarias habidas en Cataluña y emanada del 15 M, e indignados, tuvo una repercusión en los medios que rayó lo ridículo, pues en las cifras se barajaron números ridículos de participantes y la presencia y desarrollo de la noticia fue algo mayor que un anuncio de tres al cuarto entre programa basura y telediario teledirigido.

Como ejemplo este botón, pero hay mucho más.